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  • Buscando una doble

    Buscando una doble

    Pasé meses extrañando a Mauricio mi ex pareja y para ellos me había comprado un consolador y me masturbaba pensando en él, pero me daba cuenta que me hacía daño a mí mismo, pues había momentos que venían a mi mente de suicidio ya que un día salí a un sauna gay donde conocí a un hombre que estaba sólo, y yo con mi tristeza me acerqué a él y le pregunté si era primera vez que venía me dijo que si, yo también le dije aunque ya había venido.

    Le invité ir al 2º piso que había cuartos oscuros donde me lancé a su pinga que era regular y me cachó rico, donde algunos entraron a ver aunque un poco oscuro se morboseaban, eyaculó y salimos a tomar recordando a mi ex y llorando que me calmó y me llevó a su cuarto, cachamos toda la noche pero al día siguiente me dijo que tenía su esposa y ese era el cuarto de su hermano que estaba de viaje.

    Salí triste al día siguiente pues para esa época estaba sin trabajo pues me habían despedido porque estaba deprimido y a veces discutía.

    Ese día salí a unas cabinas de internet y vi un anuncio de alguien decía tener su pareja y buscaban un pasivo para hacerlo doble penetración, ese anuncio causó una curiosidad en mí y lo escribí y me respondió dándome su número en el cual nos comunicamos, me dio su dirección y fui a su casa.

    Llamé y abrió un hombre flaco alto quien me hizo pasar a su tercer piso, encontrando como 4 gatos que criaba, era una gran sala con espejos enormes pues me dijo que era maestro de baile, entramos al cuarto y estaba Antonio un hombre cuerpo ancho que estaba con la pinga dormida, mientras me pedían desnudarme pues el flaco se había desnudado rápido y tenía la pinga larga, pero delgada, era la primera vez que veía una pinga delgada, me dijeron ponte en cuatro queremos ver tu culo, yo obedecía y puse mi mejor pose que dijeron ¡wao que rico ano tienes mi amor! gracias les respondí.

    Me puse en cuatro para mamé la verga de Antonio que estaba a decir verdad gruesa y era dura como un fierro, me encantó mientras sonaba mi cabeza con sus manos y me cacheteaba la cara excitante y rico, mientras el amigo flaco me metía su pinga delgada que a decir verdad no me causaba sensación de éxtasis pero disimulaba ante ellos diciendo: ay que rico, luego me senté en la pinga de Antonio que me hizo gemir de placer y dolor al máximo, era una sensación placentera y rica que me empezó a besar tan rico y delicioso que me enamoró todo de él.

    El flaco sentado también cambié a él y me senté es allí donde Antonio por detrás intentó meterme su pinga, me dolía, pero no sé rendía, llenó de saliva mi culo y empujó con fuerza logrando entrar aunque con un grito de dolor, pero con el éxtasis de sentir las dos pingas dentro, mientras me mordía el cuello y la espaldas llenándome de besos de pasión que gozaba hasta que el flaco eyaculó y murió su pinga, me puso en cuatro dando riendas suelta a cada cachada con fuerza, no aguantaba, pero seguía.

    Me eché boca abajo sintiendo las cachadas fuertes en mi culo que sentía dolor en mis glúteos, pero estaba rico hasta que me dijo vamos a la sala, que estaba llena de espejos me dió una cachada rica que se veía todo dándome cuenta y viendo la pinga gruesa como entraba y salía hasta que eyaculó en mi culo, sacando su pinga goteando y poniéndolo en mi boca que lo mamé rico, me abrazó y me dijo al oído, me gustas mucho Miguel.

    Tú también Antonio le respondí con un beso en su boca fuimos al baño a lavarnos y veía su pinga aún con ganas, me cambié y me despedí a lo que Antonio dijo, yo también me voy debo hacer unas cosas, resulta que vivía cerca de mi cuarto, en el camino le dije que me encantaba y que tenía una bonita pinga, ele respondió que le gustaba mi buen culo, le invité a mi cuarto y cachamos de nuevo estaba rico, le propuse que deje al amigo y duerma conmigo, aceptó de inmediato y desde allí cachábamos rico todas las noches aunque a veces nos reuníamos con el amigo para evitar problemas y hacíamos de todo.

    Hasta que decidió vivir conmigo y dejarlo para siempre, hasta hoy vivimos juntos y lo pasamos super genial pues tratamos en lo posible de evitar que sepan de nuestras opciones pues nos comportamos como debe ser pues siempre hemos dicho que somos primos hermanos.

    Ahí fue que cambié y dejé el pasado quizás con idas y vueltas pero hoy estoy tranquilo y me siento feliz, quizás como en toda pareja a veces discutimos pero nos calmamos y solucionamos nuestros problemas.

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  • Descubriendo mi rol

    Descubriendo mi rol

    Hace unos años, cuando tenía 24, tenía algo de éxito con las mujeres, tenía novia y una vida “normal” de heterosexual.

    Mi novia, por esos días, me había regalado su virginidad anal, la había penetrado por atrás y conjuntamente con eso surgió en mi un deseo por penetrar a un hombre. Me atraía la idea de estar con un hombre en el rol activo, comencé a fijarme en algunos rasgos o modos femeninos que tenían algunos hombres y me daban ganas de penetrar a uno, de tenerlo para mí y entrar con mi pene entre sus cachetes. Me imaginaba sentir los gemidos de un hombre mientras lo penetraba tal como había sentido los gemidos de mi novia cuando la desflore analmente.

    Quería estar con un hombre y gozar de él.

    En ese tiempo estudiaba en la universidad y con regularidad iba a fiestas dónde conocía gente de diversas partes, en una de esas fiestas fuimos con un compañero a la casa de un amigo de él, Oscar era su nombre, estuvimos en su casa y congeniamos, nos caímos bien y estuvimos conversando harto esa noche, a mi me pareció atractivo, no era afeminado, era bien varonil, pero sentí deseos de descubrir su lado femenino, intercambiamos números telefónicos y quedamos de juntarnos.

    No sé si Oscar era gay o no, pero esa noche me pareció que él me había coqueteado y creo que yo también lo hice, como sea, nos habíamos gustado mutuamente, por lo menos eso me pareció a mí. A los días lo llamé y lo invite a salir, le dije si quería ir a tomar unas cervezas por ahí, me dijo que sí. No sabía realmente si él buscaba algo más que solo ir a tomarse unas chelas o si solo le interesaba una junta de amigos, por mi parte tenía claro que yo quería “algo más”.

    Para mí decepción, cuando nos juntamos él estaba con otro amigo, éramos tres, se había arruinado mi propósito, me sentí un poco frustrado.

    Yo: “Hola, ¿cómo estás Oscar?”, lo saludé, “viniste con otro amigo, ¿cómo estás?”, saludé al amigo de Oscar.

    Oscar: “Hola Rodrigo (es mi nombre)”, me saludó y me presento a Felipe, “Felipe se va, nos habíamos juntado porque tenía que prestarle un libro, pero tiene que hacer”

    Nos despedimos de su amigo Felipe y nos fuimos con Oscar a una cervecería que había por ahí, nos miramos y ambos sonreímos y entramos al lugar a beber unas cervezas, ahí me di cuenta que Oscar también quería algo conmigo.

    Estuvimos conversando y bebiendo cerveza un buen rato con Oscar, yo lo miraba mientras hablábamos de diversas cosas, nos estábamos conociendo, él también me miraba y me coqueteaba, ya estábamos un poco tocados con las cervezas, para nada ebrios pero algo “contentos”.

    Oscar: “¿Cómo has estado?”

    Yo: “bien, he estado bien”

    Oscar: “así se ve”, me decía y se reía.

    Yo: “tú también te ves bien, de hecho me gustas, jajaja”

    Oscar: “¿Te gustan los hombres?”

    Yo: “No sé, no me gustan todos los hombres, me gustan solo los hombres cómo tú. ¿A ti no te gustan los hombres?”

    Oscar: “Un poco, jajaja”

    Yo :”Podríamos probar, tal vez te terminen gustando, jajaja, yo te puedo dar a probar mi hombría si quieres”

    Oscar: “jajaja, y a ti no te gustaría probar por ambos lados, ¿solo quieres dar?, ¿no te gustaría recibir también?”

    Yo: “No, quiero darte a ti. Yo sé que tú quieres, desde que nos conocimos el otro día que no has parado de coquetearme, jajaja”

    Oscar: “¿Yoo?, tú me has coqueteado todo el rato, jaja”, “¿De verdad te gusto?”

    Yo: “Si, me gustas, me he sentido atraído a ti desde el día que estuvimos en tu casa, nunca he estado con un hombre y me gustaría ir a la cama contigo, jajaja. ¿Tú has estado con un hombre alguna vez?”

    Oscar: “Si, si he estado con un hombre, dos veces…”

    Yo: “¿No eres virgen?”

    Oscar: “Si, soy virgen aún, la dos veces que he estado con un hombre no me penetraron, di y me dieron sexo oral, y una vez yo fui el activo”, “Si quieres podemos ir a mi casa, estoy solo en la casa, te invito a mi cama, jaja, tu también me gustas, ¿vamos?”

    Yo: “vamos, jajaja, me encantaría ser el primero en penetrarte”

    Nos fuimos a casa de Oscar.

    Una vez ahí nos fuimos directamente a su pieza, estando ahí Oscar tomo la iniciativa y me besó, me dijo que me pusiera cómodo y que lo espere en la cama, él iba al baño y volvía.

    Yo me saque la ropa (quede solo en calzoncillos) y me metí a la cama. Al rato entro Oscar a la pieza, estaba desnudo, tenía el pene semierecto, se paró al lado de la cama y me dijo, calmado y suavemente, pero con tono de autoridad:

    Oscar: “Tú no quieres penetrarme, tu quieres que yo te penetre a ti, así que, si quieres, puedes tomar mi pene, chuparlo bien chupado, dejarlo bien erecto y luego me vas a pasar tu poto para que te ponga las cosas bien puestas, porque desde que nos conocimos el otro día no has hecho otra cosa que pedirlo a gritos, jajaja, ¿te parece?”

    Yo no le respondí nada, solamente tome su pene y le devolví el beso que me había dado pero en su cabeza, y mientras le pasaba la lengua, se ponía erecto y crecía dentro de mi boca. Yo miraba hacia arriba a Oscar mientras le lamía su verga, él se reía y yo le devolvía la sonrisa y mientras saboreaba su rico pene me convencía de que mi rol no era la del macho-activo. Oscar me estaba poniendo en mi lugar, me enseñaba cual era mi posición.

    Yo esperaba o creía que iba a tener un hombre saboreando mi hombría, pero era yo quien estaba alucinando con el pene de Oscar. No quería parar, le pasaba la lengua desde la base hasta la cabeza, le daba besitos por todas partes, me lo pasaba por la cara. Oscar se subió a la cama y se acostó de espaldas con su verga erecta enteramente disponible para mí, yo me tiré sobre su pene y lo hice desaparecer dentro de mi boca, Oscar me tenía ahí en su cama dándole sexo oral, se lo estuve chupando como unos 40 minutos, de repente me decía que parara porque podía acabar, yo dejaba de chuparlo un rato y luego volvía a mi rol, que era complacer a un hombre.

    Luego Oscar me dijo que me pusiera yo de espaldas a la cama y me saco los calzoncillos, me dijo que levantará las piernas y que me las tome yo mismo por detrás de las rodillas, él acomodo su cara a la altura de mi ano y comenzó a chuparme el ano, yo cerré mis ojos y sentía como su lengua recorría todos los pliegues de mi ano, sentía como sus labios besaban la entrada de mi ano y como pasaba su lengua por toda la línea que va desde mi entrepiernas, pasando por mi ano y terminando en el final de mis cachetes y como luego volvía a hacerlo una y otra vez.

    Oscar me estaba haciendo temblar y estremecer de placer, me estaba preparando para él, me estaba preparando para montarme. Sentí como me metía sus dedos y como me acariciaba con sus dedos la entrada de mi ano.

    Se acercó y me dijo al oído que me quedara ahí mismo, que no me moviera, que iba a buscar algo y volvía, yo me quedé ahí mismo, con mis piernas levantadas y tomadas por detrás de las rodillas y con mi ano todo ofrecido esperando el pene de Oscar. Luego Oscar volvió y empezó a lubricar la entrada de mi ano, sentí como con su dedo me untaba con el lubricante. Me dijo que me soltara las piernas, yo obedecí, luego tomo mis patas y las puso en sus hombros y se volcó sobre mí, sentí, por primera vez su pene entre mis cachetes, yo rodie su cuello con mis brazos y me colgué de él, Oscar me tomo con una mano de una nalga y con la otra acomodo su pene en la entrada de mi ano y me dijo al oído:

    Oscar: “Ahora vas a tener lo que buscas”

    Yo: “Dale, entra con cuidado, no me rompas”

    Oscar: “Imposible, te voy a romper igual, pero voy a entrar con cuidado, tu relájate y deja todo en mis manos”

    Yo: “Bueno, estoy en tus manos”

    Yo me relaje y trate de abrirme lo más posible para Oscar. Estaba en mi posición, con las patas levantadas, en los brazos de un hombre y con un pene entre mis cachetes, y mientras sentía como el pene de Oscar se habría espacio en mi ano descubría cual era mi rol, el rol de pasivo. Estaba perdiendo mi virginidad y Oscar estaba poniendo mi hombría patas para arriba. A medida que me ponía su pene me ponía a mí mismo en mi lugar, y cuando me presionó con fuerza y entro completamente no solo me saco un gemido sino que me hizo descubrirme a mí mismo.

    No deseaba penetrar a un hombre, lo que deseaba y que ahora tenía era un hombre dentro de mí, un hombre llenando mi ano y dándole la forma de su pene, eso estaba haciendo Oscar con mi poto, lo estaba moldeando a la medida de su hermosa verga, y si bien en las primeras embestidas suyas me saco gemidos de dolor, una vez que su pene encontró su espacio en mi poto las embestidas se sentían más suaves, ya su pene se deslizaba en mi ano y en cada entrada el tronco de su pene pasaba acariciando las paredes de mi ano, cada vez que me lo sacaba y me lo volvía a meter la cabeza de su pene se sentía deliciosa.

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  • Las aventuras de Dick y Jane

    Las aventuras de Dick y Jane

    Mi nombre es Dick, soy hombre de 37 años, piel morena, cabello negro, mido 1.77, de contextura normal.

    Mi ex, la protagonista de las aventuras, Es una mujer hermosa de 37 años, mide 1.60 aproximadamente, de tez blanca, cabello rulo, su nombre es Jane, mujer inteligente, del hogar, posee estudios y un empleo estable, carita angelical, labios carnosos, senos pequeños pero firmes y paraditos bien bonitos y sabroso, buen culo super buen culo, la forma de sus nalgas son espectacular.

    Tuvimos una bonita relación de 17 años, ahora ya no estamos juntos, Pero fueron tantos momentos que me animé a relatar algunos de ellos.

    Una noche estando en casa de mi madre, ya que al separarnos me fui a vivir con mi madre, bueno esa noche comenzamos a chat vía WhatsApp temas varios normales, de un momento a otro la conversación tomó un tono erótico, le pedí una foto a ver cómo estaba vestida para dormir, me respondió que tenía un short normal y le dije que no importaba, que me mostrara, accedió y me envió unas fotos normales

    Pero luego llegó una foto dónde mostraba sus nalgas sin quitarse el short (ella sabía que ese tipo de fotos me prenden). No pude evitar masturbarme dos veces seguidas aquella noche pensando en ese culaso que se gastaba.

    La mañana siguiente era una mañana normal cómo todas las otras, desperté, tomé una taza de café, un cigarrillo y fui al baño, me di una ducha, haciéndolo tuve una erección descomunal, pensando en las fotos en short rojo que me había enviado mi ex la noche anterior, me di otro pajazo en su nombre, terminé de bañarme y me vestí para irme al trabajo, saliendo de casa de mi madre algo me dijo que fuera a casa de mi ex para verla temprano, me arriesgué y fui hasta su casa, le llamé por teléfono para que me lanzara la llave de la reja, al principio no quería pero luego de insistir accedió.

    De sólo lanzarme las llaves provocó en mí una erección de inmediato, iba subiendo a su casa con el pipí parado y el corazón acelerado hasta más no poder, al abrir la puerta estaba en una toalla ya que recién se había bañado, ufs que espectáculo de mujer me acerqué a ella lentamente y le pedí un abrazo, no quería pero accedió a ellos.

    Al abrazarla sentí un montón de cosas increíbles, la cargué y acosté contra la puerta, le di un beso, un beso de esos únicos, con ganas, con amor y pasión, no opuso resistencia alguna y me regreso el beso, le aparte un poco la toalla y ufs se dejaron ver esos lindos senos, pequeños pero firmes, paraditos y divinos, gran vista tenía de esa hermosura de mujer, piel blanca, cuidadito.

    Daban ganas de comérsela enterita allí mismo, comencé a mamarle las tetas poco a poco de una manera dulce y agradable, a besarla por su pecho y luego subí a su cuello, ya en ese punto ella gemía ahhh que rico papi, su cuerpo temblaba de lo excitada que estaba.

    Me dijo que parara y fue a la habitación y se estaba vistiendo, le dije que me mostrará el pantys que se había puesto a lo que sin pensarlo apartó la toalla y dios mío, una pantys verde oscura que le quedaba divinísima, mi guevo no podía estar más parado, babeaba líquido preseminal, babeado por completo, sentía que iba a soltar cargas de leche de tan sólo verla así. Me acerqué a ella, la cargué frente al espejo y wao me encantaba verla así, montada sobre mí, agarrándole las nalgas y besándola, si ella supiera lo increíble que se veía así. Nos besamos sabroso, con más amor y pasión que los besos en la puerta.

    La tumbé en la cama, aparte un poco su pantys y estaba mojada de una manera exquisita, le toqué su cuca y palpitaba cómo solía hacerlo cuándo estaba excitada, gemía, se retorcía de placer, diciéndome que rico mi amor, sigue papi.

    Me acerqué y pasé mi lengua suavemente por su clítoris, una y otra vez, estaba disfrutando mucho ese momento, ella comenzó a moverse cómo una diosa mientras le hacía sexo oral, me agarraba por los cabellos y apretaba a su cuca con muchas ganas, le veía su cara, se mordía los labios, estaba en llamas llena de placer, en un momento rápido, se sentó me dijo “negro” con la voz entrecortada e intento quitarme la correa del pantalón ufs lo que brotaba en esa habitación no era normal.

    Al decirme “negro” la tomé por el cuello y le dije que no me dijera así ya que eso me prendía aún más, me desabroché el pantalón y saqué mi pene, ella al ver semejante erección, se paró de la cama, se puso a un lado y se lo metió en la boca ufs comenzó a succionarme sólo la cabeza y eso lo hace de una manera única y muy sabroso, me veía con cara de puta con ansias de leche mientras me lo mamaba, ya en ese punto quería llenarle la boca de leche caliente, pero no quería desaprovechar la oportunidad de hacerle el amor una vez más.

    Siguió haciéndome sexo oral, se metía todo el guevo en la boca, quien la viera con su cara de inocente y resulta que las apariencias engañan ya que era una demonia mamándome el guevo, de un momento a otro me pidió que me acostara en la cama y me bajó todo el pantalón y el bóxer, lo que se venía era memorable ya que esa mujer montada es una fiera jaja de verdad que sí, cuesta aguantar el polvo con esa mujer encima moviéndose.

    Cómo lo sospeché, se arrimó la pantys y se metió solita su pipí, ufs esa cuca estaba caliente, echando candela, al entrar en ella se sintió wao sabroso, esa totona palpitaba y comenzó a subir y bajar lentamente, al momento en que le mamaba las tetas y le masajeaba las nalgas ricas que tiene, ella gemía, decía groserías, que guevo tan rico no joda, jadeada, estaba echa toda una potra montada, la vista era espectacular cómo entraba y salía mi pipi de su cuca.

    Mi pipi lleno de sus fluidos era espectacular verle la cara cómo se mordía los labios, entre gemidos de ambos y groserías aceleró el ritmo de la montada hasta que sonaba sabroso, la respiración ya era bastante agitados entre ambos, ella acabo en un orgasmo divino llenándome el guevo de sus fluidos, le dije que iba a acabar y se metió de nuevo el guevo en la boca como una diosa y me decía dame mi leche mi amor anda, ufs que maravilla, comencé a acabar y a llenarle su boca de leche, ella seguía mamando, sin dejar derramar una gota de esa leche que tanto le gustaba, nos dimos un beso y ella aún tenía leche en la boca, esos besos nos prendían aún más, eran muy excitantes.

    Quedamos sudados y agitados en la cama luego de ese polvazo que nos habíamos echado…

    Continuará.

    A los pocos meses hubo otro encuentro en mi cumpleaños, dejen sus comentarios a ver si quieren otro relato, son muchos.

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  • Relato de una traición (2)

    Relato de una traición (2)

    Después de aquel día, las cosas se fueron poniendo más y más calientes.

    Yo sentí culpa, por lo que traté de enfriar algo para no ir más allá, pero la carne es débil y la mente traiciona con fantasías y deseos imposibles de detener.

    Tampoco podía cambiar mucho mi comportamiento porque iban a preguntarse la razón, por lo que los momentos a solas seguían ocurriendo y el contexto no ayudaba, calor, playas paradisíacas, poca ropa todo el tiempo…

    Él me buscaba con sus caricias suaves disimuladas, sus comentarios al oído de lo sensual y bella que era, o preguntándome si estaba pensando e imaginando las mismas cosas que él, eso me mataba, cada vez que me decía algo así mi mente volaba a ese momento y recordaba su pija y a él metido entre mis piernas, era demasiada excitación, yo vivía caliente y claramente él también.

    En uno de los días, alquilamos un bote en Cabo Rojo y nos fuimos con bebida y comida a uno de los cayitos cercanos. Un paraíso literalmente, había otros botes y pequeños veleros y lanchas en el lugar, algunos algo alejados para no invadir la privacidad (como el nuestro) y otros agrupados para armar fiesta juntos con música y conocer gente.

    Mi novio y mi amiga dijeron de ir hasta donde estaba agrupados dado que se veía super divertido, yo dije que sí, pero que me dejaran agarrar mi vaso y un sombrero del bote primero. Ellos empezaron a alejarse mientras yo iba por mis cosas al bote. No me di cuenta que nuestro amigo venía detrás mío.

    Di un rodeo al bote porque por el otro costado parecía algo menos profundo y me resultaría más fácil super. Cuando me dispongo a subir (lo cual por mi estatura y profundidad no me resultaba fácil sola, escucho detrás de mí que mi amigo dice “¿te ayudo Ro? no vas a poder subir sola sino”

    Mi corazón se aceleró, del lado del bote donde estábamos nadie nos veía, yo con un bikini diminuto, él obviamente solo con un short de baño.

    Le dije que sí, que solo necesitaba un pequeño empujón desde mi cintura.

    Me preparé para subir, sentí sus manos en la cintura, pero no me empujó hacia arriba sino hacia él.

    Ufff, sentir nuevamente su pija dura pero ahora incrustándose entre mis nalgas, hizo que me mojara instantáneamente y largué un suspiro que no pude reprimir.

    Mis brazos se aflojaron y quede agarrada al bote, pero parada en el agua con él apoyando su pija en mi culo.

    Me besó el cuello y me dijo que no aguantaba más, que se estaba matando a pajas pensando en mí y que cada vez que cogía con su esposa (y amiga mía) pensaba en mí.

    Sus manos corrieron el corpiño de mi bikini y masajeaban mis tetas acariciando mis pezones, cada vez que mordía suavemente mi cuello apretaba mis senos y hundía más su pito entre mis nalgas.

    Yo jadeaba suavemente y empinaba mi culo hacia atrás para sentirlo más.

    La adrenalina subía sabiendo que no podíamos tardarnos tanto y estábamos ahí, escondidos detrás del bote.

    Yo estiré la mano hacia atrás y liberé su pija para sentirla en mi culo y pajearlo, él no dudó, corrió mi diminuta tanga y desde atrás se acomodó para penetrarme, lo que le facilite empinándome más y bajando algo mi torso.

    La traición se había terminado de consumar, su hermosa pija entraba y salí de mi conchita que la recibía abierta y humectada, aun siendo debajo del agua entraba y salía suave, profundo. “Cógeme fuerte Ale, dame rápido” le pedía, estaba caliente, deseosa de que me pegue una buena cogida, el agua no permitía un ritmo muy rápido, así que él hacía su mayor esfuerzo y el agua se agitaba como si fuera una tormenta alrededor nuestros mientras me apretaba las tetas y yo me agarraba al bote y empujaba hacia atrás en cada embestida para sentir más y más profunda su pija en mí.

    No tardé mucho en tener mi orgasmo, “aaaah, acabame adentro, dale, cogeme y acabame Ale, coge a la puta novia de tu amigo hijo de puta, dame la leche, ahhh” contrayendo mi vagina lo sentí contraerse y largar potentes chorros de semen dentro de mí.

    Me di vuelta y nos besamos apasionadamente, él me apretaba tocándome el culo con fuerza y yo me apretaba a su poderoso pecho con mis tetas, yo quería más y él también, pero no podíamos demorarnos más.

    Me ayudó a subir al bote, tomé mis cosas y nos fuimos al encuentro del resto.

    Estando en el agua, fue sencillo que no quedaran rastros de semen en nosotros.

    Nos encontramos con mi amiga y su amigo, nuestras respectivas parejas que ya estaban integrados a la fiesta con el resto de la gente de otras embarcaciones.

    De todas formas nos preguntaron por qué la demora y Alejandro les dijo, es que la pequeña Roxi no podía subir al bote, menos mal que yo fui, sino seguía ahí. En fin, tampoco prestaron demasiada atención a la explicación y nos presentaron a varias personas que estaban ahí.

    Terminamos de disfrutar el día y nos regresamos al departamento para luego salir a cenar y seguir compartiendo las hermosas vacaciones entre mejores amigos… y ambos pensando en el momento en que pudiéramos estar a solas para poder cogernos bien y sacarnos todas las ganas.

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  • Mi gran fantasía

    Mi gran fantasía

    Debo confesarles que al principio me costó mucho el diseñar mi fantasía, pues siempre he sido asediada por los hombres y no tenía ninguna necesidad de pensar en algo así, pero desde que un amigo me lo propuso, me entró la curiosidad de desarrollar esa fantasía, la entendí como algo que a mí me gustaría hacer más alla de lo convencional y que me hicieran, algo que me volviera loca de placer, algo que yo pudiera manejar.

    Poco a poco fui pensando en cómo me gustaría realizar mi fantasía, y conforme iba avanzando y entrando en detalles, cada vez más me excitaba mucho. Por fin después de varios días de imaginación, ya tengo en mi cabecita la fantasía perfecta que me gustaría mucho realizar.

    Como ya saben, soy casada, de 25 años, morena clara, de buen cuerpo bubis redonditas y duritas, talla 36 b, acinturada, caderas de 95 cm y dicen con buenas nalgas, mis piernas son torneadas desde los tobillos hasta los muslos, quizá es lo que más me chulean los chicos en la calle.

    He tenido ya varias infidelidades muy excitantes en diferentes lugares, y mi esposo me desea mucho y me coje riquísimo, pero les cuento algo quizá para algunas fuera de lo normal, pero que a mí me gustaría llevar a cabo y disfrutarlo sin límites.

    En diferentes ocasiones y por resultarme fácil para conseguir chicos sin consecuencias, me voy a un putero muy elegante y a donde van muchos señores y chavos bien, y me ha resultado tan rico, que ahí desarrollé mi fantasía. Mi amigo me propuso que le consiguiera a alguna sexoservidora para que hiciera feliz un rato a mi marido, incluso dejó entrever además que sedujera a alguna chica bisexual de las que acuden a los muchos puteros del país. Así que con todos estos condimentos preparé mi fantasía.

    Será una fantasía que debo compartir con mi maravilloso marido, mi Luis, y quiero recompensarlo por ser tan buen amante y maravilloso marido. Así que alguna mañana en que mi Luis esté en casita, me levantaré de la cama antes que él y no me pondré más ropa que unas tangas rojas de hilo dental, le llevaré a la cama el desayuno y lo chiquearé mucho, toda la mañana lo mantendré en casa y yo seguiré solo en tanga, eso le parecerá extraño y estoy segura que él me preguntará el por qué no me visto.

    Yo antes de contestarle me le acercaré mucho, le repegaré todo mi cuerpo y le diré al oído que lo amo tanto, que quiero que ese fin de semana sea maravilloso para los dos, y que quiero que me cumpla todo lo que yo le pida sin renegar, estoy segura que me complacerá, pues trataré de ser lo más sensual que pueda para irlo seduciendo y convenciendo de que me complazca.

    Durante la mañana, le desfilaré prácticamente frente a su cara, me moveré muy provocativa enseñándole todo mi cuerpo, me agachare frente a él, me abriré de piernas y pondré mis bubis al alcance de sus manos, servirle unas copas de vino blanco, y a la hora de comida, pedir una pizza a domicilio y cuando llegue el chico decirle a Luis que yo le abriré y que me pondré una bata transparente hacerlo pasar al comedor y que mi esposo se esconda en la cocina para que observe como me ve el chico, luego pagarle y despedirlo.

    Cuando el chico se retire, le preguntaré a mi Luis, “¿viste como me vio el pizzero?”. Estoy segura que me dirá que el chico se volvía loquito por mí, y sentarnos a comer la pizza con algunas copas de vino blanco, cuando acabemos de comer, acercarme a el agachándome de tal forma que mis bubis casi queden frente a su boca, pero no dejar que me las bese, llevarlo a sentarnos al sofá y ver algún video porno, y yo estarle acariciando su verga.

    Entonces ya como a las 7 de la noche, sabedora de su excitación, decirle que quiero que me lleve a algún putero y estar ahí los dos, que esa noche será especial y que hagamos lo que nunca, destramparnos y dejarnos llevar por la situación, que quiero que él me disfrute como disfrutan a las chicas de los videos porno, que me quiero convertir esa noche en toda una prostituta para él, y que lo disfrutemos los dos.

    Yo sé que aceptará, entonces arreglarme bien puta, bien descarada e irnos los dos al putero, sentarnos en una mesa con tubo, cerca de la pista de baile y estar bebiendo los dos, que alguna chica se suba a nuestra mesa y baile para él, yo sé que se pondrá nerviosillo, pero yo animarlo para que acaricie a la chica, y mientras Luis la acaricia, yo agarrarle su verga para que se le pare.

    Luego del baile, decirle que me saque a bailar a la pista, que me abrace y que me agarre de las nalgas, para que todos vean que soy su hembra, ya después de varias copas y baile, decirle, “mi amor, esta noche realmente me quiero convertir en toda una puta, de esas que les encantan a ustedes los hombres, quiero que me disfrutes y que no sea tu esposa, sino una sexoservidora más, ¿estamos?”.

    Yo sé que aceptará, y le diré que me iré en busca de algún cliente y que no pierda detalle alguno, me pararé de la mesa y me iré sola a otra mesa, hasta que algún cliente me saque a bailar, irnos a bailar frente a la mesa donde esté mi marido y dejarme agarrar todo, y que Luis vea como me acarician, así estar hasta que pueda convencer a dos clientes de irnos a sentar en la mesa donde esté Luis.

    Presentarlo como un gran amigo y estar alternando con los tres, seducirlos para que nos vayamos todos al hotel, ya en el cuarto, sentarlos en la alfombra y hacerles una variedad, bailarles e irme desvistiendo frente a ellos enseñarles todo mi cuerpo, abrirme de piernas encuclillarme, ponerme a cuatro patas, y cuando ya estemos todos calientes, irnos los cuatro a la cama, ponerme a cuatro patas en la orilla de la cama y me vayan penetrando uno a uno…

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  • Los deseos y los recuerdos

    Los deseos y los recuerdos

    Esta es una historia traída de mis más profundos deseos… y con el toque justo de recuerdos que hacen falta para que quedara perfecta.

    Sus cuerpos humeantes antes de la salida del sol, denotaban simplemente un hecho… había sucedido lo que horas antes, ya especulaban

    Si bien, ninguno de los dos recordaba las palabras precisas que los habían conducido a esto, ambos tenían claro, que lo hecho, hecho está… y no hay vuelta atrás.

    Poco a poco, Iván miro a su acompañante que ya se iba iluminando por la luz que entraba por la ventana de la habitación con vista al mar e intentó descifrar lo que había ocurrido en esa habitación impregnada de lujuria, y por supuesto de sexo.

    Una hora antes sus cuerpos rendidos cayeron abrazados suspirándose enfrente y exhalando alientos gusto a sudor y a pasión. Y se dormían suavemente perdidos en los ojos del otro.

    1 hora 20 minutos antes un beso selló la noche de locura, lo que había entrelazado estos dos cuerpos tan perfectos y tan marcados por la pasión, las manos de Iván recorrieron el cuerpo de su amante y el beso se hizo eterno, se hizo precioso, se hizo magnífico.

    2 horas antes, Iván beso suavemente las tetillas de su compañía, bajó por sus abdominales y se centró en su ombligo, descendió a su sexo e hizo que gritara de lujuria, era increíble lo que hacía Iván, luego los roles cambiaron y el retumbar de los gemidos se trasladaron de una garganta a la otra, las cosas siguieron así hasta que ninguno pudo más, en este vaivén ambos acabaron al mismo tiempo, impregnándose en el resultado de sus juegos y de sus pasiones.

    3 horas antes, sumidos en el placer de lo que habían comenzado a hacer momentos antes, Iván agarró las caderas de su amante y dirigió su trasero hacia su erecta herramienta de placer, su amante gimió de placer y se retorció al sentir tan suculento regalo. Iván usaba sus manos en el sexo de su pareja para que ambos pudiesen sentir el placer y pudiesen volar alto, muy alto y alcanzar lo impensable.

    3 horas y media antes, suavemente se desnudaron, ambos temblaban, se sentían raros, se sentían fuera de sitio, delicadamente se despojaron de sus atuendos y comenzaron a besarse, primero tímidamente para luego perderse en profundos y sonoros besos, acabando en un espectacular 69.

    3 horas y 45 minutos antes, Iván le indicó donde era el dormitorio apenas habían llegado a la casa, no se dieron tiempo a más… ni siquiera tomaron los tragos prometidos, simplemente se besaron y fueron tumbándose en el camino. Los besos condujeron los cuerpos hacia el cuarto y una vez adentro sólo se miraron y desnudaron al otro con la mirada.

    4 horas antes, el taxi paró en la entrada de la casa, una casa muy linda pintada de azul claro por fuera y con una hermosa vista de mar atrás, Iván pagó al chofer y abrió rápidamente la puerta de la casa invitando a su amante a entrar. Ambos entraron y sólo se concentraron en comerse la boca a besos hasta llegar al comedor.

    4 horas y media antes, tomaron un taxi a la salida del bar, no les importó nada, se besaron apasionadamente, el taxista sólo miraba de reojo y se dedicaba a conducir… esa media hora de viaje fue alucinatoria, ambos estaban muy excitados, y era muy notorio por cómo se besaban.

    4 horas y 40 minutos antes, Iván le dijo suavemente al oído si quería irse junto con él a su hogar, tomados de la mano, la respuesta que recibió fue un sí, salieron a la calle de la mano Iván levantó la otra…

    5 horas antes, Iván se descosía diciéndole bellas cosas al oído, desde sus profundos ojos hasta su perfecta barbilla. Las palabras suavemente se convirtieron en caricias, las caricias en besos.

    5 horas y media antes, Iván levantó la vista, había mirado ya varias veces en esa dirección, se deleitaba con la figura que observaba, estaba anhelando poder hablarle… este deseo lo incentivó a pararse y a dirigirse al cuerpo de ojos oscuros y claros cabellos… le preguntó si se podía sentar en esa mesa e invitarle un trago… la respuesta que recibió fue un sí… luego de unos instantes de hablar, de unos cuantos tragos… Iván dijo “disculpa, no nos hemos presentado… mi nombre es Iván”… la respuesta que recibió, “y el mío es Juan”…

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  • El fruto de la abstinencia

    El fruto de la abstinencia

    Un show secreto, realizado en una playa solitaria donde solo los miembros de una comunidad virtual tienen la posibilidad de asistir, estas personas no deben revelar el lugar de dichos encuentros, por esto se cambia de escenario mensualmente y solo se sabe en el momento que todos se reúnen para llegar a dicho espectáculo que tan ansiosamente esperaban.

    Esta vez, el juego lo ideó una mujer llamada Alejandra, de 26 años quien se dedicaba a los negocios en su vida diaria, pero en su tiempo libre busca descargar la energía y adrenalina acumuladas, danzando en un Sex Show que ella misma había creado y cada día perfeccionaba aún más, lo presentaba por gusto a personas por las que se sintiera interesada y en este día debutará con un público numeroso.

    El animador del evento la presenta:

    —”Damas y caballeros ahora admiremos a Alejandra”

    Se enciende una luz frente a ella, que se encuentra sentada en el escenario girando su asiento de manera juguetona, vestida solamente con una tela blanca delicadamente sujetada a su cuerpo por un nudo a la altura del hombro, una abertura descubre sus piernas semidobladas de color trigueño, examina a sus posibles víctimas dirigiendo con sus ojos grandes y oscuros una mirada muy segura de si y con el vaivén del asiento se puede observar como su cabello húmedo y ondulado se mece en su espalda descubierta hasta la cintura.

    —”… esta exótica y candente mujer nos presentará su belleza en toda majestuosidad, no sin antes proponer un reto al valiente que decida enfrentarla, este hombre deberá controlar las emociones que Alejandra seguramente le ha de causar, ¿Cuál caballero entre este exigente público cree poseer tan alto nivel de autocontrol?”.

    Analizando a los candidatos el animador observa que solo uno se levanta y con una mucha seguridad se dirige al escenario, el hombre alto, de piel trigueña y ojos oscuros, lleva una camisa blanca y un pantalón habano en telas muy frescas.

    —”Yo acepto el reto”

    El público aplaude ansiosamente para que empiece la función. Zauber, el retador de Alejandra es atado de pies y manos al muro trasero del escenario, mientras que ella se dispone a vaciar sobre si un balde de agua, con lo cual la tela que lleva puesta se ciñe a su cuerpo revelando todo lo que escondía. La música empieza, tambores, cánticos y claves del grupo del lugar contratado para ambientar, ofrecen un aire de sensualidad salvaje a los asistentes.

    Que atónitos observan como una luz se adueña del lugar para iluminar solo el cuerpo de la mujer que inicia su baile lentamente de espaldas, cada una de sus curvas se mueve cadenciosamente con los brazos estirados, mientras giraba desenvolvía la tela pasándola hacia la parte de adelante que con el reflejo de la luz insinuaba sus senos redondos de talle mediana y sus rosados pezones erectos por el frío de la tela húmeda saltaban de arriba abajo con un movimiento rápido y repetido de las caderas al sonar de un timbal estridente, de pronto mueve su cabeza bruscamente y sacude su cabello que destila agua.

    Salta al otro extremo del escenario mirando insinuantemente al hombre se le acerca y él abre sus ojos intentando mostrar fortaleza ante el aparente ataque de su adversaria.

    Siente la respiración en sus labios y como desliza la mano derecha por su brazo atado por la mano hasta llegar al pecho donde comienza desabrochar los botones de la camisa mientras con la otra mano, sostiene la tela que pende de un nudito para caer, sin embargo ella con agilidad después de descubrir el dorso de Zauber da la espalda, dejando caer la tela por la parte de adelante, y continua envolviéndola en forma de espiral alrededor de su cuerpo, de manera que solo cubre sus senos y pubis y la detiene entre sus piernas mientras retrocede hasta unir su espalda al abdomen de aquel hombre que siente como los rizos negros de ella humedecen su pecho y un corrientazo se intensifica de su estómago para abajo.

    Es consciente de lo que está por ocurrir, baja la cabeza y cierra los ojos, para concentrarse en evitar una erección muy notoria, sin embargo ella que sube y baja siente como algo duro raya entre su espalda y sus glúteos, lo mira y sonríe con cierta maldad, confiada en que este hombre cederá.

    Se aleja para preparar su siguiente embestida, como una gata en celo camina al ritmo de la música, pasando sus manos por su cuerpo, tocándose sin pudor donde muchos de los presentes quisieran tocar.

    Se sienta de nuevo a tres metros de él, abre y cierra sus piernas lentamente excitándose notoriamente con sus pensamientos, viéndole así tan desesperado por ganar pero esforzándose tanto en no sentir, que ella observa como crece el bulto bajo su pantalón e imagina como se vería aquella escena el estuviera desnudo igual a ella y sonríe pasando su lengua por sus labios gruesos de color rojo.

    Aceleran la música, ella mueve sus hombros y con saltos agraciados se dirige hacia él, concentrándose en mirar sus ojos, obviamente el no sostiene su mirada para no pensar en lo que pueda seguir, al estar cerca nota como él tiembla y ve la oportunidad perfecta para ir más allá, pasa su nariz por su cuello debajo de la oreja y baja rozando sus labios por su pecho hasta parar con su cara frente al abultado pantalón que por la tela delgada deja ver el tamaño de su excitación como si fuera su medidor, desde esa altura mira hacia arriba roza la punta que sobresale con sus labios y se pone en pie, levanta la pierna rodeando la cadera de su víctima.

    Y descubre su parte de adelante dejando la tela blanca solo de la cadera hacia abajo por la parte de atrás, semidesnuda se menea de un lado a otro, sube y baja aferrándose aquel cuerpo masculino y sosteniéndose de él como si fuera una columna del lugar, él siente en su pecho los pezones duros que se deslizan atrevidamente.

    Su estado no podría ser peor, la embestida de esta vez iba a lograr su cometido, su pene esta por reventar y el sabe que no puede eyacular porque perdería aquel reto delante de todo ese público, pero como no perderse en esa la mirada de pantera que lo derrite sin compasión, que a cada minuto le enseña más de la belleza femenina.

    Hasta que llega lo inevitable, ella sin pensarlo dejándose llevar por la sensación siente como el miembro endurecido roza su clítoris y lo mueve de arriba abajo, encorva su espalda hacia atrás sin separar su cadera del cuerpo de él, y comienza a gemir despacio, después va acelerando el ritmo, se endereza y su cabello cae en el rostro de Zauber, lo mira con ansias de besarlo, pero se resiste y sigue moviéndose con más fuerza, él muy quieto, siente como ella se masturba contra su pantalón y como su cuerpo humedece su ropa, pero en aquella calidez el solo piensa en poder tocarla a su antojo, en tan solo un beso de sus labios libidinosos.

    Los espectadores totalmente concentrados esperan ver cuál de los dos se viene primero, ella abre sus ojos, lo mira, sonríe mientras reduce el ritmo de su baile, le da un beso en el cuello, y se aleja. Claramente se observa la humedad en el pantalón habano y el hombre suda, suspira y con la mirada acepta la derrota, sin embargo, está seguro que nunca estuvo más satisfecho de perder, que contra aquella mujer, que pase lo que pase volverá a ver: Alejandra, la mujer que por su sensualidad aseguró el triunfo.

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  • La sobrina de mi amigo

    La sobrina de mi amigo

    Cincuenta y dos años bien gozados, ganador con las mujeres y leal como amigo.

    Ser leal y consecuente con el amigo, asistirlo y cuidarle la carne joven, también es ser buena gente y mejor amigo.

    Eduardo, ex socio, amigo entrañable y compinche de mil putañeadas. Se había terminado la sociedad, pero pervive la amistad, por esas contingencias de la vida, se alejó de la ciudad para un emprendimiento hotelero en otra ciudad. Para atenderse por un problema de salud, se volvió a la ciudad de Buenos Aires, y mientras supera esa circunstancia.

    Con el amigo, vino Marina, sobrina de él, a la cual le ofrecí alojarse en mi casa por todo el tiempo que necesitara quedarse acompañando a mi amigo de toda la vida.

    Una noche, en la sobremesa, mientras nos compartíamos unas copas, fue desgranando una parte de su vida, que fallecida su madre y abandonada por su padre, desde los 18 había estado viviendo con el tío Eduardo, asistiéndolo en calidad de sobrina y algo más. Era evidente que ese “algo más” me había dejado pensando… hace más de tres años que asiste su familia.

    —Supongo que entiendes ese “algo más” ¿no?

    —Bueno… no del todo, tal vez me equivoque, pero si fueras más precisa entendería del todo…

    —Mira, que eres… Él fue el primero y el único, hasta hoy… ¿se entiende ahora?

    —Creo que sí, pero no entendí bien eso de “hasta hoy”.

    —Pero es bastante sencillo, me parece… Es que el tío Edu, estuvo casado con la hermana de mamá, por lo tanto soy su sobrina, y el algo más, es la relación que hemos tenido desde que llegué, cuando tenía dieciocho años y llevamos más de tres años en esa relación de… como decirlo… ah, sí como lo llama el tío, “su querida” aunque solo puertas adentro, y ahora vos también podes saber esa intimidad que hemos guardado bajo siete llaves, como dice el tío que debe ser, pero tú eres de su confianza, por eso sentí el deseo de confiártelo, sé bien que esto se queda entre nosotros.

    —Ah, comprendo, pero no tanto eso de ¿¡Hasta hoy!?

    —Diego…, sos como mi tío… ¿No?…

    Antes de acostarme pasé por su cuarto… a darle las buenas noches…

    —¿Necesitas algo?

    —¡Sí! ¡A vos! —me señala la cama— ¡Ven! —Repite el gesto— No muerdo… pero… sé chuparla muy bien y hacer otras cositas… —siempre con mohines de niñita caprichosita.

    Levantó la sábana, invitación ineludible, sobre todo porque se mostraba, toda desnudita, y tan deseable…

    Ni falta hacía pensarlo más, para poner los pensamientos en orden me voy desnudando lentamente, mientras me llenó los ojos de esa nena celestial, ese regalo del cielo que me ha llegado. Entrado en la cama no me alcanzaban las manos para tomar toda esa carne tan joven y trémula al tacto de mis manos que dan abasto para contener tanta belleza latiendo deseo.

    Le comí la boca, buscando saciar ese afiebrado y repentino deseo, las tetas firmes eran una invitación a la rapiña, mamé y chupé los pezones turgentes, insaciable apetito, la mano libre se apropió de los jugos de la cueva que late deseo y vibra entorno de los dedos que hurgan en su interior. Gime y jadea en continuado, acompañando las pasiones desatada, agitada la respiración y la erección de mi pene en su máximo esplendor. Dio un grito, ahogado por la emoción y la sorpresa:

    —¡Ah…! y se aflojó toda entre mis brazos —Se dejó ir, el orgasmo sorpresivo se la llevó en sus garras.

    Moderando los picos de excitación, la llevo y la traigo a un nuevo clímax hasta el relax bien ganado por su dedicación a dejarse llevar por el placer que mis manos y mi boca producen en toda ella. Gozó, silenciosa, ojos cerrados y labios apretados para retener la enérgica esencia del placer.

    Me besó, primero en la boca, luego fue directo al objeto de su deseo, lo toma, agitaba y sacude el miembro, a dos manos, en su boca, frota el glande con la lengua, lo introduce al máximo de su capacidad, todo sin dejar de observar mis reacciones, ojos bien abiertos y brillando el deseo en esa mirada tan sensual.

    Atenta a mis reacciones, entro y salgo de su boca, tomada de la nuca, es una cogida bucal, colabora mansa y solícita. La calentura me puede, la pelvis a rítmico vaivén de coito, ganas insostenibles:

    —Nena, no puedo más. ¡Me voy! —Sí, con la cabeza.

    —Me voy…, ah, ah, ¡Ah…!

    Como si hubiera saltado un tapón, y la eyaculación champán, burbujea el chorro de semen en el cáliz bucal, le la dejé un breve momento para que sienta los latidos finales de la acabada. Dos semanas de abstinencia y la gran calentura, volcaron en su boca una buena cantidad de caliente y espeso semen, tragó en dos tiempos.

    Los momentos siguientes fueron de mimos silenciosos, recorrí su anatomía, dibujando un mapa de sensaciones, desbrozando el vello púbico emergen los labios brillantes de jugos, secuestro el clítoris en mis labios, me hice experto en robarle lo mejor de su excitación. Marina jadea y gime sin parar, dedos en todos los agujeros ayudan a extraer un par de orgasmos adicionales, largos y profundos, las piernas me retienen para una eterna lamida.

    —¡Ah, ah, ah! ¡Qué bueno! ¿Qué te parece Marina… tío?

    —¡De guerra! ¡Marina de guerra! Ahora vas a conocer al tío nuevo…

    Acomodé mi cuerpo entre sus piernas, elevadas, contra mi pecho, el sexo abierto se ofrece en todo su esplendor juvenil, los jugos, el condimento de la lujuria que sazona el deseo. Se la colocó entre los labios y empujo, suave pero continuado, entrando en ella con todas mis ganas de abrirme en sus entrañas.

    —¡Duele!, más despacio. Soy chiquita, llevo más de cuatro meses sin ser usada, y ahora vos que la tenés tan gorda… ¡Ah!

    Disfruto esa deliciosa estrechez, a fondo, se adecuó a la herramienta, dulces lamentos de goce, pide:

    —Dame vuelta, desde atrás duele menos y me puedo mover mejor, así me gusta cuando lo hago con el tío.

    Se la entierro, bien al fondo, sube y baja impulsada en sus rodillas, a ritmo, empujando juntos, a contratiempo para entrarle todo, así lo disfruta más. Delira, bien envainado el sable, jadea, resopla el orgasmo ahogado, muerde la almohada, para no despertar al vecindario, dijo.

    Intenso orgasmo, pletórico de contracciones y latidos vaginales, aceleran mis tiempos, el semen comienza el camino de ida.

    —Nena… ¿Dónde te acabo?

    —¡Adentro!, adentro, todo adentro, tengo puesto el diu.

    Le acabé con todas mis ganas, un delicioso polvo. Desde esa noche, vivimos como pareja, polvito matinal y mimos, pero conscientes que no hay futuro, durará lo que la internación de mi amigo. Eduardo, zorro viejo, deslizó el comentario en la visita habitual:

    —¿Diego te cuida bien?, se te nota bien atendida…, por eso es mi amigo. —Sonrió, todos entendimos.

    El excelente humor y el aspecto radiante, decía que estaba plena y satisfecha. La noche previa al retorno, cenamos en casa, les cedí mi dormitorio para la pareja. En medio de la noche, mientras mi amigo dormía, Marina se llegó a mi cuarto y me sacó un “rapidito”, y cuando se las saqué me la dejó bien limpita con una súper mamada de verga.

    —Es para llevarme tu recuerdo dentro de mí.

    Despedida emotiva, los tres nos sentimos más cercanos en el afecto, el haberla compartido nos hermanó aún más en el afecto.

    En el verano me tomé unos días para visitarlos, pasé varios días en casa de Eduardo.

    En uno de esos días debió salir para hacer una gestión en otro pueblo, nos deja el campo libre para recordar los días que pasó en mi compañía. Aprovechamos bien la oportunidad, en el encuentro íntimo le dejé dos de mis mejores regalos de lácteo, ella el doble en orgasmos bien gemidos.

    —Hola amigos, ¿qué bien se los ve! —dijo Eduardo a su regreso, evidencia de que ausentarse fue para darnos un tiempo para rememorar las encamadas.

    Despedida, agradecí las atenciones recibidas, Eduardo, con un guiño decía: “todo bien”.

    —Diego, amigos son los amigos. Ah, la “Marina de guerra”, también.

    Quedó todo más que claro, hasta ese detalle le había referido.

    Esta, mi historia, me demostró que la amistad es un fuerte lazo que está muy por encima de todo.

    Supongo que la mujer que tiene una sensibilidad tan especial habrá sabido entendernos.

    Lobo Feroz

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  • Confesión 001: Fue una inmensa sorpresa, en muchos sentidos

    Confesión 001: Fue una inmensa sorpresa, en muchos sentidos

    Trataré de ser breve y preciso, fue hace ya casi 40 años. Estudiaba fuera de mi ciudad en Venezuela y en ocasiones llegaba de viaje en horas de la madrugada. Tendría 19 años. En una madrugada, a eso de las 3 am, me dirigía del terminal de pasajeros a mi habitación en una residencia cercana, a 6 manzanas.

    Faltando como tres manzanas, de una callejuela o espacio entre dos casa surgió un tipo con un suéter de esas con capucha ocultado su rostro y peinado. Me mostró un revolver o pistola, no o supe definir, pero era un arma de fuego.

    -Quieto, -me dijo. Me detuve en silencio y temiendo perder mi poca ropa y algún libro.

    -Entra aquí -señalando el estrecho espacio. Lo hice y me susurró:- siéntate -así hice. Sin dejar de apuntarme introdujo su otra mano en su pantalón y sacó su verga.

    Se acercó y con su mano me golpeó el cabello. Yo miraba al suelo y estaba aterrado, quise creer que si le apretaba el pene o le golpeaba los testículos tendría una oportunidad. Pero la pistola apuntando a 5 cm mi cráneo detenía cualquier acción. Lo siguiente que pensaba era que me pediría que bajara mis pantalones e intentar abusar de mí.

    No decía nada y comenzó a suspirar cada vez más profundo. Su miembro comenzaba a crecer y aunque lo tenía muy cerca, él no intentaba nada, solo darme golpes en mi cabeza.

    Sin pensar, subí mi rostro y de darme un golpe con su falo en la cara el siguiente fue cerca de mi boca, instintivamente subí mis manos y detuve su golpeteo, lo tomé con mi mano y lo olí, era como oxido con miel ese aroma.

    Saqué la lengua y acaricié su glande, sentí como se retraía ese miembro grueso y brillante, seguí lamiendo y él apoyó sus dos manos a la pared detrás de mí. Detuve mi lengua y abrí la boca tanto como pude, entró, lento, firme, grueso.

    Con mis dos manos apreté su cintura y le hice que siguiera un compás de entrar y salir de mi boca. Él aceptó la propuesta y se dejó llevar. Fue un ritmo suave que fue ascendiendo y ni cuenta pude darme que sus manos tomaban mi cabeza e intentaban que su verga entrara cada vez más en mi boca. Aparentemente él había guardado su arma de hierro y me daba con ganas su arma de carne.

    Así seguimos, hasta que su respiración fue en aumento, los ataques más profundos y mi asombro más grande.

    El final llegó con fuerza y abundancia, él no quiso retirar su verga y de verdad, para ser mi primera vez, forzado y en contra de mi voluntad, aceptaba su semen y lo tragaba con gusto, espeso, dulzón y cremoso.

    De improviso se separó y me dijo en voz baja -vete por favor.

    Me levanté y me traje en mis labios las últimas gotas.

    Caminé de prisa, casi corrí y llegué a mi residencia. Entré en ella y me fui directo al baño. Sin ropa y bajo la ducha, me masturbé con furia. Eyaculé en abundancia. Y me fui a la cama, caí rendido y asombrado. Había librado la muerte siendo abusado por otro hombre. Un secreto que quizá nunca creí contar.

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  • Desinhibida con su amigo (2)

    Desinhibida con su amigo (2)

    Retomamos el relato anterior sobre las conversaciones de mi esposa y uno de sus amantes en nuestra época de separación.

    Ya llevaban varios encuentros y son muy explícitos en sus conversaciones.

    Esta conversación es del día sábado 11 de agosto de 2018 a la 1 am, ellos habían estado juntos esa tarde.

    Nena: amor bello envíame el video y las fotos de esta tarde

    FerLu: linda, pensé que dormías

    FerLu: ya mismo bella

    Nena: no lindo apenas se fueron unos familiares que estaban de visita, por eso no te había escrito

    Nena: foto (no se puede visualizar el archivo, pero supongo que era una foto desnuda o mostrando)

    FerLu: envía 5 archivos

    Nena: ¿te gusto lo que hice en el carro para ti?

    FerLu: que rico te tocaste y te vienes delicioso, verte desnuda es un lujo, lo hermosa que te veías con ese vestido rojo.

    Nena: quiero complacerte en todo, que hagamos todo lo que tú quieras

    FerLu: hemos hecho lo que tú quieres, yo solo te sigo, eres muy fogosa mi vida.

    Nena: tú me pones así

    FerLu: como te ves de hermosa en el video maquillada con mi semen

    Nena: tonto, ¿sabes que me gustó mucho?

    FerLu: no amor dime

    Nena: cuando lo hicimos en el pasto (césped), la adrenalina de que nos vieran, eso me gustó muchísimo

    FerLu: cuando te acostaste y te subiste el vestido me excito mucho, no podía desperdiciar esa oportunidad

    FerLu: a mí me encanto como se te veía el vestido sin los pantys, se te metía entre las nalgas y te veías muy sexy

    FerLu: pensé que nuestro plan se había dañado cuando te encontraste a tu amiga

    Nena: no amor, yo estoy soltera, puedo hacer lo que me plazca

    Nena: amor mañana estoy sola en casa, ¿vienes?

    FerLu: claro mi vida, a qué hora llego

    Nena: yo diría 9 am amor lindo

    FerLu: listo que descanses amor

    Nena: igual tu lindo

    Su siguiente conversación es el día lunes 13 de agosto, ya mi esposa había regresado a casa la noche anterior pidiéndome que intentáramos salvar nuestra relación, días después me conto de su supuesto último encuentro con este amante, pero leyendo las conversaciones me di cuenta que me mintió.

    FerLu: Buenos días preciosa

    FerLu: como te acabo de ir ayer

    Nena: lindo, muy bien ¿y tú?

    Nena: no pues el súper regaño, el jalón de orejas, me dieron cantaleta el resto del día

    Nena: anoche debí regresar a buscar al papá de mi hija y pedirle que volvamos

    FerLu: nooo ¿Cómo así?

    Nena: mi mamá no me dejo opción, la verdad no tuve otra alternativa

    FerLu: ¿y que te dijo él?

    Nena: pues él por su hija nos recibió, él está saliendo con una chica y se notó que no le agrado nada la idea, hoy que salí ni se despidió.

    FerLu: ¿o sea que lo nuestro se acaba?

    Nena: cariño pues veamos que pasa, ya no puedo demorarme tanto en volver a casa, ahora que vengas hablamos

    FerLu: ok preciosa

    Martes 14 de agosto.

    Nena: amor como amaneces

    Nena: ¿cómo te acabo de ir anoche?

    FerLu: Bien preciosa

    FerLu: pude entregar el trabajo a tiempo

    Nena: que bueno amor

    FerLu: ¿a ti como te fue? ¿te dijeron algo?

    Nena: no amor, normal, ni siquiera nos dirigimos la palabra

    FerLu: Estuviste muy rica anoche, como siempre muy sensual

    FerLu: me debías porque tu madre nos interrumpió, la verdad quede iniciado el domingo

    Nena: sabes amor que estoy para complacerte en todo, mientras este contigo puedes hacerme lo que quieras.

    FerLu: pensé que no saldríamos anoche, pero fue como siempre un espectáculo verte desnuda y tenerte en mis brazos

    Nena: mientras pueda no voy a dejar pasar la oportunidad de que estemos juntos

    FerLu: hoy tengo casa sola, ¿quieres ir?

    Nena: por supuesto, te llego a las 5:30 pm

    FerLu: ok mi amor

    Miércoles 15 de agosto.

    FerLu: hola amor, buen día

    FerLu: ¿cómo amaneces?

    Nena: mi loco lindo, muy bien, ¿y tú?

    FerLu: nada como dormir después de haber hecho el amor contigo, verte saltar esas tetotas, besarte esa panocha tan linda, verte chupar mi verga y penetrarte ese culito tan bello

    Nena: así para ti lindo

    FerLu: te grabe anoche siendo mía

    Nena: otra vez

    Nena: cuantas fotos y videos tienes ya

    FerLu: muchas, me masturbo viéndolos

    Nena: envíame un video masturbándote

    FerLu: bueno amor

    Nena: ¿en qué momento me grabaste anoche?

    FerLu: Cuando te estábamos parados quedamos frente al espejo, yo te estaba penetrando por el culo, tú te estabas metiendo el juguete por delante con tu mano izquierda y te estabas tocando el clítoris con la derecha

    Nena: me vine súper rico, ese juguete es lo mejor, alguna vez pensé en comprar uno, fue una de las mejores sorpresas

    Nena: envíame ese video también cariño

    FerLu: sabía que te iba a gustar, estabas muy excitada, me gustó mucho cuando estabas cabalgándome y me decías que te gustaba ser mi perra y te apretabas y te besabas las tetas y te me empujabas la mano para que el juguete te entrara en el culo más profundo

    Nena: fue delicioso

    Nena: a mí me gusto cuando me colocaste boca arriba y la cabeza por fuera de la cama y me pusiste a chupar y me metías el juguete alternando por delante y por detrás, me vine a chorros

    FerLu: en ese momento pensé que te habías enojado porque me vine en tu cara y el cabello

    Nena: no lindo, es que quería gemir y si sentí que tu ibas a llegar y me ahogaba donde me tragué tu semen, sabes que me gusta sentir la verga en la garganta, me gustó mucho, a mí me tiene sin cuidado donde te vengas, te puedes venir donde quieras

    FerLu: ¿nos vemos más tarde?

    Nena: ¿en tu casa?

    FerLu: si, a la misma hora

    Nena: ok, besos

    Continuará.

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